En tiempos en que la palabra escrita parece batallar contra el vértigo de la inmediatez, reunirnos en torno al libro es, también, un gesto de resistencia y esperanza. Así ocurrió el viernes 17 de octubre en la Universidad de Los Lagos, en un conversatorio donde editores, libreros, gestores culturales y poetas se encontraron para pensar el presente y el porvenir del ecosistema literario del sur de Chile y del país. Como si cada voz tejiera una página compartida, el diálogo se volvió territorio: un espacio donde las experiencias, los desafíos y los sueños de quienes hacen posible el libro se entrelazaron con la convicción de que leer, editar y escribir son formas de cuidar la memoria, de habitar la comunidad y de imaginar futuros posibles. Este conversatorio contó con la colaboración del Departamento de Humanidades y Arte de la Universidad de Los Lagos, del Académico Cristian Vidal Barría, y la presencia de ocho invitados, entre los cuales se encontraban: editores, gestores culturales, libreros y poetas.
La actividad se organizó en dos bloques. Un primer momento que estuvo protagonizado por actores del sector editorial local y nacional, en concreto, por el representante de la Editorial Luguera de la ciudad de Osorno, Cristian Antillanca; el director editorial de Pez Espiral de la ciudad de Santiago, Daniel Madrid; el editor de la Editorial de la Universidad de Los Lagos, Ricardo Casas; y la responsable de las librerías Alerce Literario de las ciudades de La Unión y Osorno, Javiera Castillo. Los participantes expusieron sobre sus trayectorias y los desafíos afrontados en el sector editorial, destacándose temáticas como la distribución comercial de los libros a lo largo del país, la necesidad de fortalecer redes entre las instituciones educativas y los distintos actores del ecosistema del libro, en este sentido, el rol de las Universidades es mayúsculo, no sólo para el desarrollo intelectual y especializado, sino también para impulsar autorías locales que fortalezcan las identidades y el desarrollo cultural de los respectivos territorios. Por último, en este bloque se destacó la demanda por crear espacios de diálogo y reflexión lectora, en este sentido, Javiera resaltó que en la ciudad de Osorno debió abrir más grupos de los previstos para el Club de lectura que Alerce Literario ofrece a la comunidad, debido al gran interés por participar de instancias como estas que, además, unen a personas de distintas edades, procedencia, formación, etc.
El segundo bloque estuvo protagonizado por poetas del Sur de Chile con destacadas trayectorias y un aporte cultural significativo para sus territorios y el país. Participaron la poeta valdiviana y docente universitaria Antonia Torres, quien ha publicado ocho libros de poesía y una variedad de textos literarios y de no ficción, además, fue la escritora seleccionada para la Beca de residencia literaria Cátedra Gonzalo Rojas 2025 de la Universidad de Concepción. También, asistió Roxana Miranda Rupailaf, poeta osornina y profesora que el año 2023 fue doblemente galardonada, con el Premio Regional de Arte y Cultura Víctor Jara y el Premio Municipal de Literatura de Santiago, nos leyó textos de su libro Kewakafe (2022). También, participó Cristian Antillanca, poeta osornino que ha publicado cinco libros de poesía y que, actualmente, lidera una editorial independiente, Luguera, mencionada anteriormente, cuyo foco es abrir nuevos espacios a voces indígenas y del territorio Sur austral. Por último, contó con la intervención de Ornella Lorca, poeta e investigadora, residente de la ciudad de Osorno, quien actualmente se encuentra finalizando sus estudios de doctorado en el extranjero, y organizó una serie de actividades de difusión en la región en el marco del Proyecto del Fondo del Libro y la Lectura 2025, con el cual publicó su primer libro de poesía llamado Especular. Entre dichas actividades se cuentan conferencias y charlas en colegio y liceos de la ciudad.
Este encuentro fue abierto a la comunidad y contó con la asistencia de docentes de la misma universidad, profesores de distintas instituciones educativas, estudiantes universitarios e interesados en general, resultando un diálogo productivo entre audiencia y expositores, pero también entre los mismo expositores, quienes aportaron desde su experiencia en el área de la literatura y la gestión cultural sus miradas y talentos, por medio de una lectura poética en el cierre de la actividad. Se destacó, también, por parte de los poetas la necesidad de seguir generando espacios de encuentro entre los distintos actores del ecosistema del libro y las instituciones que imparten, enseñan y transmiten los conocimientos y el hacer literario.
